La flor muere y aparece una forma de cráneo que es el semillero lo que ha contribuido a que estas plantas tengan varios nombres como "cráneo de dragón", "boca de dragón", etc, aunque su nombre es Antirrhinum.
Cuando la flor está en su apogeo, si se aprieta y se suelta, abre y cierra la boca y al secarse aparece esta forma macabra que son las cápsulas donde guarda las semillas. Debido a su extraño aspecto, las culturas antiguas atribuían a esta planta poderes mágicos y sobrenaturales y se creía que si se plantaba en el jardín producía protección contra las maldiciones y brujerías.
También existió la creencia de que defendía de los engaños y estafas y otro de los mitos antiguos es que si se comían las semillas de esta planta se recuperaba la belleza y juventud. Con el tiempo, todas estas leyendas y supersticiones se han ido perdiendo ya que las culturas modernas ya no creen tanto en brujerías ni milagros.
No obstante, hay un misterio evidente en la evolución de esta planta ya que aceptan al abejorro para su polinización pero cuando entra en la flor, esta se cierra atrapando al insecto y al polen que aporta muriendo atrapado en lo que luego será el semillero de la planta con la sorprendente forma similar a un cráneo humano diminuto, pero no menos desagradable y macabro. Una vez más la naturaleza se pone bromistas con las flores pues ya en las orquídeas se pueden ver monos asomando sus caras.
También conocida esta planta por el nombre Snapdragon Seed Pod, crece en áreas mediterráneas y las semillas se pueden encontrar en las floristerías y tiendas especializadas.
No resulta extraño que las culturas antiguas le atribuyeran diversos poderes y leyendas ya que al secarse la flor, aparecen estos cráneos en miniatura que bien parecen calaveras humanas que no invitan a plantar estas flores en nuestras terrazas, ni jardines ni balcones ya que aunque las flores tienen bellos colores, el resultado final no es decorativo ni agradable.
Fuente: http://artigoo.com/extrana-planta-boca-dragon
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