Necesitan de un ambiente fresco, muy ventilado y claro, pero sin la luz directa del sol, lo ideal es un área semi-sombreada. Es recomendable plantarlas en un sustrato ácido, podemos agregar un abono orgánico al suelo, con abundante materia orgánica y con buen drenaje
El riego debe ser abundante, pero debemos cuidar que el agua no se encharque. Durante el invierno el riego debe ser moderado, bastando sólo con rociar la planta de manera habitual, pero evitando hacerlo sobre las flores.
Durante el verano debemos regar constantemente, manteniendo siempre la humedad. En esta época se recomienda rociar abundantemente el follaje.
Debemos tener mucho cuidado de no regarlas con agua muy dura (agua con mucha cal), lo ideal es el agua de lluvia. Si usamos agua del grifo y ésta es muy dura, será conveniente hervirla, dejando que la cal se deposite en el fondo para apartarla del líquido.
También debemos ser cuidadosos de proteger a las camelias de los vientos fuertes y las heladas, ya que pueden dañar los capullos. Una buena alternativa es plantarlas cerca de un muro que las proteja.
Con estos simples cuidados podremos disfrutar de esta hermosa planta ornamentando el jardín con sus flores.
Fuente: http://www.innatia.com/
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