También llamada roseta, savia de Jerusalén, hierba de los pulmones o hierba de la Virgen, es una planta perenne perteneciente a la familia boraginácea.
Sus tallos están recubiertos de pelusa y de hojas ovales y rugosas, con manchas blancas irregulares. Puede llegar a medir unos 30 cm de altura y sus flores, de color rosado y azul, crecen en lo alto de los tallos y son de forma tubular. Crece naturalmente en Europa, aunque se puede plantar con facilidad en cualquier terreno húmedo.
Su nombre se debe a que en tiempos remotos se creía que la morfología de cada planta estaba estrechamente ligada a sus propiedades, por lo tanto, como las hojas se parecían a un pulmón con nódulos tuberculosos se pensaba que podía curar la enfermedad.
Sus nutrientes
La planta de pulmonaria contiene saponina, taninos, fitosterina, áciso salicílico, alcaloides pirrolisidiniocos, sales minerales y mucílago. También es fuente de vitaminas A y C.
Beneficios medicinales
Son variadas las aplicaciones sobre la salud que presenta la pulmonaria. Si bien en la antigüedad se creía que podía curar la tuberculosis, la planta presenta algunos beneficios en cuanto a la bronquitis y a la tos, pero no tan numerosos ni milagrosos como se pensaba.
Sus hojas y sus flores pueden usarse para el tratamiento de distintas dificultades de la salud:
-Tiene propiedades expectorantes y emolientes, indicadas para tratar la tos, los catarros, el asma o cualquier infección del tracto respiratorio. Calma la irritación de la garganta. Se utiliza también en casos de afonía, anginas, amigdalitis, llagas, aftas y gingivitis.
-Al ser sudorífica se puede utilizar para bajar la fiebre.
-Es antidiarreica porque tiene cualidades astringentes.
-Es un diurético suave.
-Combate los trastornos vesiculares, de hemorroides y de vejiga.
Otras propiedades
La pulmonaria se puede utilizar en belleza para tratar grietas e inflamaciones de la piel ya que por medio de la decocción de sus hojas y sumidades floridas se puede preparar una loción emoliente.
También es usada en cocina en variedad de platos, utilizándose sus hojas tanto frescas como cocidas. Las hojas de pulmonaria pueden incluirse en sopas, ensaladas, rellenos y demás preparaciones.
¿Cómo utilizarla?
Para tratar afecciones internas como catarros, tos o anginas se puede hacer una infusión colocando 30 gr de flores o de hojas en un litro de agua. Hacerla hervir durante 15 minutos, luego dejar reposar y colar. Se pueden tomar hasta 3 tazas de infusión por día. Para endulzar se le puede incorporar miel de abeja.
El jugo de pulmonaria se usa como astringente y se toma de 2 a 3 cucharadas por día. Se puede preparar prensando gran cantidad de hojas frescas.
Para preparar una loción emoliente para uso externo se hace una decocción de 50 gr de flores o de hojas en un litro de agua hirviendo. Esta preparación también se usa para lavados y gargarismos.
Contraindicaciones
La planta de la pulmonaria no tiene características tóxicas, por lo tanto puede tomarse con tranquilidad. No obstante, puede traer algunos problemas hepáticos si se ingieren altas dosis.
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