El género Juniperus pertenece a la familia de las Cupresáceas, que posee unas 60 especies con más de 100 variedades y cultivares. Su hábitat natural son las zonas templadas y frías, desde el límite tropical al círculo polar ártico.
Este es uno de los pocos géneros de coníferas dioicas con flores masculinas y femeninas y la única adaptada a vivir en suelos pobres.
Su clasificación es algo complicada debido a su capacidad para producir híbridos de forma natural y a su polimorfismo.
Situación: coloque el árbol en el exterior, durante todo el año, en un lugar donde reciba una gran cantidad de luz solar. Los enebros no crecen bien en el interior. Durante el invierno debe protegerse el árbol cuando las temperaturas caen por debajo de -10 grados C.
Riego: tenga cuidado de no regar demasiado ya que el enebro prefiere cortos períodos de relativa sequía. El árbol puede humedecerse regularmente, especialmente después de haber sido trasplantado.
Abonado: utilice un fertilizante normal una vez al mes durante la primavera y el verano; es recomendable aplicar un abono con niveles de nitrógeno superiores a comienzos de la primavera.
Poda: para desarrollar un follaje denso, pode los nuevos brotes que se alargan y sobrepasan la silueta a lo largo de la temporada de crecimiento. No utilice las tijeras de Bonsái para cortar esos brotes como si fuera un seto, eso hará que las agujas del corte se hagan marrones. Bien rompa con los dedos dichos brotes o córtelos uno a uno por la base del nuevo crecimiento. El enebro es un árbol fuerte que resiste bastante bien la poda agresiva.
Trasplante: una vez cada dos años, utilizando una mezcla de suelo básico (o con algo más drenaje).
Propagación: mediante esquejes y semillas.
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